Melchor, Gaspar y Baltasar se reencuentran con los niños de la Herrera y Peloche

El cinco de enero es la noche de la Ilusión para todos los niños del mundo, pues esperan con impaciencia la llegada de Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente.

Por eso, un poco pasadas las seis de la tarde Melchor, Gaspar y Baltasar iniciaban el recorrido por las calles de Herrera del Duque para encontrarse con los niños de la localidad. Se encontraban muy emocionados, Sus Majestades, quienes antes de subirse a sus carrozas saludaban a los niños que les esperaban expectantes. En particular, Melchor daba la mano a Jony, Gaspar acariciaba a Samuel y Baltasar le hacía un guiño muy ameno a Bamba; tres pequeños que se encontraban a los pies de sus carruajes.

Después, acompañados por la Banda Municipal de Música y los villancicos populares, se han paseado por las calles del pueblo visitando también a los ancianos de la residencia; una parada habitual en su recorrido. Y, como cada año, regalando sonrisas dulces convertidas en sabrosos caramelos de colores.

Finalmente, el recorrido terminaba en la Plaza de España donde se han hecho fotos con todos los niños del pueblo y han recogido todos sus deseos para este año.

La noche mágica de Reyes no ha terminado hasta que Melchor, Gaspar y Baltasar han entregado todos los regalos a aquellos niños que el pasado lunes dejaban sus peticiones al Cartero Real en el Palacio de la Cultura. Por ello, todos se dirigían a sus casas, donde serían visitados por tan ilustres Majestades.

En Peloche los niños también estaban impacientes por recibir la visita de sus Majestades de Oriente. Llegaban a la pedanía tras su visita a Herrera del Duque. E igual que allí han endulzado el camino a los más pequeños con dulces caramelos y simpáticas sonrisas.

También acompañados por la Banda Municipal de Música su destino era El Quinto Pino donde tras encontrarse con Juanjo, en el caso del Rey Melchor; Rubén, el Rey Gaspar y Tomi, por parte del Rey Baltasar en representación de todos los niños allí presentes entregaban los regalos a quienes visitaron al Cartero Real en la Biblioteca Municipal los días previos.

Lo común, sin duda, en ambas localidades ha sido la ilusión de los niños, la magia de este día y el brillo en los ojos que refleja la inocencia de quien deposita todos sus deseos en las tres Mágicas figuras del Nacimiento. Y con ellos, sus padres, pues este día nadie se escapa de la fantasía y los buenos augurios que les hacen sentirse niños durante unas horas al año.