Herrera del Duque cierra su mejor temporada en la Playa de Peloche gracias a la Bandera Azul

El 11 de mayo el jurado internacional del programa medioambiental Bandera Azul otorgó la distinción a la Playa de Peloche, siendo la primera Bandera Azul dentro de la Reserva de la Biosfera de la Siberia. El alcalde de la localidad, Saturnino Alcázar Vaquerizo, destacó la labor que se había estado llevando a cabo desde el Ayuntamiento, así como las inversiones de la Diputación de Badajoz y de la Junta de Extremadura, para conseguir tal distintivo que «pone en valor los recursos paisajísticos y turísticos de la comarca».

Después de cuatro años de trabajo y remodelación en los que se han ampliado unos 3.000 metros cuadrados de playa, se han plantado árboles, construido una nueva zona de baño, instalado nuevos aseos, un aparcamiento para bicicletas y nuevos accesos, Peloche pone al servicio de los vecinos y vecinas una playa de arena y otra de hormigón que han servido tanto para encontrar un momento para refrescarse en este tórrido verano, como de escenario para conciertos de primer nivel como el del violinista hispano-libanés Ara Malikian, que ya visitó el municipio en 2018, o el de la cantaora herrereña Celia Romero.

También se han organizado actividades deportivas acuáticas como travesías en kayak y de concienciación con el medio ambiente en colaboración con entidades como SEOBirdlife o Ecoembes, entre otras.

En palabras de Saturnino Alcázar «tanto la afluencia de bañistas como la actividad económica y turística se han visto beneficiados con el resultado del trabajo realizado en la Playa de Peloch»e.

Además, la playa cuenta con instalaciones diseñadas para personas con movilidad reducida, merenderos, duchas y un gran aparcamiento. Su embarcadero ha permitido a los usuarios disfrutar de la navegación o la pesca y a los más pequeños jugar en la zona infantil que cuenta con porterías y un parque con toboganes. Todo ello ha hecho de este lugar un reclamo y ha puesto a Herrera del Duque y a Peloche en el foco turístico.

Una vez finalizada la temporada de baño, el consistorio baja la bandera con la aspiración de poder renovarla para la siguiente temporada.