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«Desde mi ventana veo un huerto en el que los seres vivos siguen su ritmo biológico ajenos a la pandemia». CEDIDA
«Me gustaría que pensáramos que este sacrificio ha merecido la pena»
DESDE MI VENTANA...JUAN VINDEL FERNÁNDEZ

«Me gustaría que pensáramos que este sacrificio ha merecido la pena»

El coordinador del Centro de Salud de Herrera del Duque afirma que el coronavirus es una oportunidad para cambiar hacia un mundo menos individualista

joaquín castaño

Viernes, 24 de abril 2020, 10:10

El coordinador del Centro de Salud de Herrera del Duque, especialista en Medicina de Familia, afirma en esta entrevista que vivimos un momento crítica que invita a cambiar éticamente. El doctor Vindel hace una reflexión que invita a que la sociedad modifique sus prioridades y piense más en los más vulnerables.

-¿Qué ve desde su ventana?

-Un pequeño huerto y el seto perimetral con unos 8-10 metros de espacio exterior y veo como todos los seres vivos siguen ajenos a lo que nosotros percibimos, su ritmo biológico natural. Pero también mi cerebro visualiza situaciones determinadas por el hecho del aislamiento. Veo que existen determinadas profesiones que están dando todo por el bien de la sociedad, a todos ellos mi agradecimiento. Pero veo otras situaciones para mí más importantes, pienso en mis nietos y por ende en todos los niños, ellos son los verdaderamente sacrificados de una situación que no entiende y que han cambiado su quehacer diario. Veo a muchas personas que por sus circunstancias laborales están sin medios económicos y no saben cómo van a subsistir ellos y sus hijos, eso sí es un sacrificio. Veo como nuestros mayores siguen estando solos en las residencias sin ninguna posibilidad de recibir el amor de los seres más allegados. Veo falta de conocimiento, aún no sabemos a qué nos enfrentamos ni para cuánto tiempo ni cuál será su salida y eso produce un gran estrés y tensión emocional individual y colectivo. Veo que somos seres sociales por naturaleza y que nuestra individualidad es ficticia.

-¿Cuál es su rutina diaria?

-Pertenezco al grupo de personas cuyo trabajo es imprescindible en tiempos de pandemia, por lo cual mi rutina diaria no ha sufrido cambios transcendentales. Se trabaja con gran tensión emocional pero compensados porque la sociedad percibe que les somos utiles.

-¿Qué es lo mejor del confinamiento?

-Lo positivo es el bien que reporta al conjunto de la comunidad. Vivimos en un mundo llamado global donde impera la individualidad, donde pedimos a la sociedad que nos resuelva todo y olvidamos nuestra responsabilidad con ella. Todo se basa en el YO y en el denominado bienestar terrenal, cuando debería prevalecer el NOSOTROS y por tanto el bien de la comunidad.

-¿Qué es lo primero que le gustaria hacer cuando acabe esto?

-Como todas las personas, lo primero es poder estar junto a mis seres queridos, sobre todo, mis hijos y mis nietos. Pero me gustaría ver a todas las personas pensar que el sacrificio ha merecido la pena, que gracias a ello el sufrimiento por la enfermedad y muertes padecidas acabó y que empieza una nueva etapa donde lo más importante sea la alegría y felicidad de la sociedad.

-¿Ha presenciado algún momento positivo en su vecindario?

-En estos momentos de confinamiento el vecindario tiene poca actividad, todos presentan un gran grado de paciencia y de responsabilidad con un alto grado de solidaridad vecinal.

¿Cree que cambiará algo en la sociedad después de esto?

-Por supuesto que sí, pero el cambio tiene que empezar por el individuo. No es tanto un cambio en el orden económico global que desde luego se debe producir, sino fundamentalmente un cambio en la ética y filosofía individual. Ya comenté que vivimos en una sociedad donde impera el individualismo pero es la sociedad las que nos tiene que dar respuestas a todo. Me gustaría que todos los niños pudiesen disfrutar más de sus padres y por tanto supondría cambiar el orden actual de prioridades familiares. Me gustaría que todos nuestros mayores pudiesen recibir el amor y compañía de sus seres queridos. A nuestros mayores, los más afectados por la pandemia, como norma, pensamos que cuando ellos no se pueden valer, la sociedad nos tiene que habilitar sus cuidados. Como un gran puzzle, cada pieza es diferente pero todas son igual de importantes, una pieza sola no sirve de nada, así, el ser humano encuentra en la sociedad el todo y la individualidad.

Quedate en casa.Entre todos seguiremos adelante.

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