Encuentro de Miguel Ángel Gallardo con la militancia socialista herrereña

Miguel Ángel ha tomado la palabra y ha recordado que su andadura política la inició en Juventudes Socialista, una organización que «ha cambiado para bien», ya que se ha convertido en un «espacio de reflexión, de autocrítica y que debe servir para construir el futuro desde el presente», admitió también «a mí no me gusta el teléfono, me gusta veros la cara y lo que quiero es acompañaros en el trabajo para que podáis decirnos como hacerlo».

Modelo de partido

El candidato dejó claro que aspira «a una tierra de la que no os tengáis que marchar, y en la que el gobierno arriesgue con vosotros». Al tiempo, también precisó y planteó el modelo de partido por el que apuesta: «No quiero a ese partido que no se entera que estamos en el siglo XXI ni que se vota libremente en la urna. Aspiro a acabar con aquellos que no se presentan a elecciones y que se piensan que tienen las escrituras del partido. O con los que creen que ganar elecciones no es importante. Yo soy del partido de las oposiciones cada cuatro años».

Miguel Ángel, ha reconocido que el gran problema actual es que «hemos desconectado con los jóvenes, por eso tenemos que ver como construimos mensajes sencillos para que la juventud vea que somos el partido de las igualdades y de los derechos sociales».

Además, afirmo y dijo que «los jóvenes tenéis que empoderar al partido». Y es que su compromiso está claro: «Os voy a poner en el centro de la mesa donde se toman las decisiones y nunca se os va a presionar para que vayáis a un sitio u otro. Lo importante es daros libertad para sacar lo mejor de vosotros mismos y no lo peor, que es manipular a la Juventudes Socialistas».

Si accede a la Secretaría General del PSOE en Extremadura, Gallardo, va a crear el Libro Blanco del Talento, que recogerá los datos de todos los compañeros y compañeras que quieran estar ahí, y de ahí es de donde se nutrirán los futuros gobiernos socialistas, contando como único requisito el de haber sido concejal o concejala o llevar un mínimo de tres años como militante.